Otro banco, BBVA, también destrona a Zara y lidera la clasificación como la marca más fuerte de España
Por: ANA MUÑOZ VITA | cincodias.elpais.com
Santander releva a Zara como la marca española más valiosa, según el informe España 100 de Brand Finance, que estima el valor de la marca de la entidad bancaria en 15.852 millones de euros. El análisis se llevó a cabo antes de la eclosión de la crisis del coronavirus en España, pero “las marcas más valiosas y sólidas están más preparadas para afrontar el futuro incierto que acecha a la economía”, explica la directora gerente de Brand Finance, Teresa de Lemus.
Otro banco, BBVA, también destrona a Zara y lidera la clasificación como la marca más fuerte de España con una puntuación de 84,6 sobre 100. Esta calificación se debe, principalmente, a la estrategia de consolidación de marca que llevó a cabo a nivel mundial durante 2019. Sin embargo, la mayor parte de las firmas bancarias no mejoran su valoración. Abanca (+55%), Santander (+5%) y Sabadell (+2%) son las tres únicas excepciones. Un dato que contrasta con los resultados obtenidos en 2019, cuando ocho marcas del sector aumentaron su valor y se vieron subidas por encima del 40% en varias de ellas. Ahora, el valor de marca conjunto de Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia, Bankinter, Kutxabank, Abanca, Ibercaja y Liberbank ronda los 31,8 mil millones de euros, prácticamente mil millones menos de lo que sumaban los mismos nombres hace un año y un 4,5% menos que el total del valor de marca del sector en 2019.
Con todo, el sector bancario es, con gran diferencia, el grupo que más valor aporta al total nacional (27%). El textil (18%), las telecomunicaciones (9,6%), la distribución (8,8%) y la energía (8,1%) completan la parte alta del ranking. En términos generales, el valor de marca estimado de todo el conjunto de firmas españolas es de 118,2 mil millones de euros, un 1,8% inferior al de 2019.
Zara, que hasta el momento ostentaba la primera posición, ha descendido un 17%. Desde Brand Finance aseguran que esto se debe a que la tasa de crecimiento anual sobre el estimado a cinco años disminuyó más del 1% este año. Asimismo, se intuye un mayor riesgo a medida que la industria textil se enfrenta a una disminución estructural motivada por un mayor número de consumidores cada vez más conscientes de sus compras.
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